"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto,
y
de pronto toda nuestra vida se concentra
en un solo instante."[Oscar Wilde]
Soy Juan Carlos Torres, ese era el nombre de mi padre también, por eso todos me dicen J.C. Tocaba la batería en una banda llamada “Needle Heads” y estaba próximo a irme a la capital en unos días a estudiar ingeniería. Mi vida nunca fue perfecta, pero ahora sentía que la vida me odiaba.
Mi novia
acababa de negarse a venir conmigo en mi viaje y también me rechazo cuando le
propuse seguir juntos a distancia, me sentía devastado y para rematar, los
chicos de la banda me estaban esperando en casa de nuestra vocalista para una
fiesta de despedida. Pero bueno pues, tenia que ir.
Salí de casa a
las 7:30 p.m., no quería ser el primero en llegar y que Nata y los demás me
interroguen sobre lo de Mariana, así que me asegure de que no pudieran intentar
“consolarme”. Llegue a las 8:20, no era un buen margen pero serviría de algo, y
ya salía bulla, lo cual era una excelente señal. Entre al edificio y subí al
tercer piso, llame a la puerta del 308, escuche a todos peleándose por abrir la
puerta, pues me habían visto pasar frente a la cámara del lobby. Finalmente,
Nata, la dueña de casa, los pudo hacer a un lado y abrir la puerta; en ese
momento todos me saltaron encima a abrazarme despeinarme chocar puños, me sentía
igual que en una reunión familiar. Todos estaban súper eufóricos y felices
porque me iba becado a estudiar en la Católica y ver sus caras de animo me
dibujo una sonrisa en el rostro, no pude sentirme triste en lo absoluto, pero
me estaba olvidando de algo.
¾
Gente! Miren lo que les trajo su J.C. – dije
enseñando la botella de Absoulut Vodka que había comprado.
¾
Wooouuuuu! – gritaron todos mientras pasaban la
botella sobre sus cabezas cual rock-star que se lanza al publico.
Entramos a la
casa, todos saltando, bailando y gritando en mitad de la sala, baile con Nata y
Michelle, luego Gianina se nos unió y entre los 4 se nos ocurrió armar una coreografía
improvisada, fue tan divertido, pero de pronto deje de sentirme tan bien, así
que fui donde Marlon y Lucho.
¾
Cholito en que estas?- dijo Marlon estrechando
mi mano.
¾
Aquí pues, con los pies hechos mierda – respondí
sentándome en el brazo del sillón y chocando puños con Lucho – Y ustedes como
van?
¾
Bien – dijo Marlon sonriendo – Nata y yo estamos
mejor que nunca.
¾
Y yo y Michy iremos a la misma U – respondió
Lucho haciendo la mano cornuta en señal de victoria.
¾
Me alegro por ustedes – les dije.
¾
Y tú como vas con Mari? – dijo Lucho mientras
Marlon le metía un lapo – Au!
¾
Bien, tranquilos – dije tratando de parecer
calmado – está por aquí?
¾
Eh… no – nunca había visto esa mirada en el
rostro de Marlon – hay algo que debes saber…
¾
Suéltalo, qué es?
¾
No es fácil de contar – añadió Lucho
¾
Díganmelo de una maldita vez.
¾
Está bien, está bien – Marlon tomó aire, suspiró
y tomó aire nuevamente – MarianaSeAcostóConPedro.
¾ O-k – tarde un poco en procesarlo por el shock –
ya, déjate de jodas.
¾
No es joda J.C. – lo secundo Lucho – Marlon y yo
hicimos un pequeño experimento, no invitamos a Mariana pero si a Pedro y no ha
venido
¾
Y según su vieja – añadió Marlon – salio para aca hace como tres horas.
¾ Ya, pero eso significa…
¾
Mari tampoco esta en casa.
¾ ok – dije casi en un susurro, algo en mi se
rompió en ese momento – hace cuanto lo saben?
¾
Lo sospechábamos hace más o menos dos meses
porque los veíamos hablar mucho cada vez que faltabas a clases.
¾
Pero no te queríamos decir nada hasta estar
seguros.
¾
Bueno, pero eso no significa que necesariamente
se acostaran
¾
Giani nos contó que un día la vio cerca de la
casa de Pedro, con todo le cabello alborotado.
¾
Bueno… - tome aire para no quebrarme – eso
explicaría porque se ha empeñado tanto esta tarde en que no podíamos seguir
juntos.
¾
Espera que! – dijeron los dos al unísono.
¾
Si, está tarde que le conté que me iba, me ha
armado todo un escándalo y me llamo pendejo por querer estar con ella así sea a
la distancia.
¾
Puta madre tío, esa tipa enserio que no vale
nada – dijo Marlon
¾
Si brother cálmate – añadió Lucho al ver que mis
ojos se humedecían.
¾
Lo se brother lo se – “Pero yo estaba enamorado de ella” quise añadir.
¾
Ya viejo relájate.
¾
Toma un poco – añadió Marlon tendiéndome un trago.
Sentí el dulce
abrazo del alcohol cauterizando las heridas de mi corazón, mientras en mi mente
los veía a los dos, revolcándose como los perros que eran, riéndose en mi cara;
ella disfrutándolo , mientras que a mi el corazón se me hacia pedazos y el
totalmente satisfecho por haberme podido quitar a mi chica. No
aguante mas tiempo, me levante y salí al pasillo; Marlon, Lucho Nata y Michy
vinieron detrás mío.
¾
MIERDA! – grite dándole un golpe a la pared, mis
nudillos – MALDITA PERRA! – golpeando nuevamente con lagrimas en los ojos – TE
ODIO, QUE CARAJOS TE HICE, ZORRA TRAIDORA! – esta vez los golpes fueron mas rápidos y
fuertes, tanto que mis nudillos se pelaron comenzaron a sangrar.
¾
J.C. PARA POR FAVOR! – grito Nata mientras
Marlon y Lucho me sujetaban para no seguir lastimándome.
¾
Brother… cálmate…
¾
No… vale… la pena
¾
Suéltenme, puta madre. Ahhhh! OK, está bien!… tienen
razón – dije mientras me acomodaba la camisa luego de zafar de sus manos, luego
volví a darle otro golpe a la pared – PERO ME JODEEE!
¾
Tranquilo “Micho-micho” – Michy salio de la nada
y me abrazó – esa tarada no vale ni tus lagrimas ni mucho menos tus golpes,
ahora vamos a dentro antes de que los chicos destrocen la casa de Nata o tú le
rompas la pared al vecino.
¾
Ay “Michy-michy” – le devolví el abrazo, luego
Lucho Marlon y Nata, también se acercaron – Gracias chicos... no se que haría sin ustedes.
Íbamos
entrando, yo mirando a todas partes para que nadie tuviera tiempo de darse
cuenta que había llorado. De pronto, tan repentino como un baldazo de agua
helada, entre toda esa gente, vi a una chica, era hermosa, su cabello tenia ese
tono especifico de castaño que me encantaba; sus ojos, de un color caramelo,
tan profundos que un segundo me bastó para perderme en ellos; y una sonrisa
tímida y dulce que me cautivó. Ella era simplemente bellísima.
Me acerqué
despacio, algo nervioso y temblando. Era extraño pero no sentía el mareo en
absoluto, aunque su mirada me hacia sentir fuera de mi, como si pudiera simplemente
ver al cielo volar y alcanzar una estrella.
¾
Hola – wow J.C. enserio eres brillante, pensé
mientras esperaba una respuesta.
¾
Ah! Hola – respondió ella
¾
No… No te había visto antes… por aquí digo… eres
nueva en la ciudad? – pregunte con timidez.
¾
Si, me mude hace poco – respondió mirando al
suelo tímida pero coquetamente – tú hace cuanto vives por aquí?
¾
Toda mi vida, bueno casi – fui ganando más
confianza por su pregunta.
¾
Que bien – contesto sonriendo – como te llamas?
¾
Juan Carlos – era la primera vez en mucho que
usaba mi nombre – y tú?
Marcos tropezó conmigo haciéndome volver de golpe a la realidad, había estado soñando despierto como a
veces suelo hacer. La verdad, no me atrevería a hablarle, no en el estado en
que me encontraba, y una chica así de linda ya debe tener novio o por lo menos
a cincuenta chicos detrás de ella. Me fui a sentar con el resto de la banda.
¾
J.C.! Mi bastardo favorito, donde estabas? – dijo Gianina
corriendo hacia nosotros.
Giani era una
chica físicamente linda, pero andar con ella era como andar con un muchacho
más, era la última de cuatro hermanos, todos ellos varones, por lo que estaba
familiarizada con los temas que tocábamos y la forma en que hablábamos. Todos estábamos
de acuerdo en que si Giani fuera un poco mas chica tendría a cualquier chico a
sus pies, pero por lo demás era siempre genial andar con ella, a todos nos llamaba sus bastardos.
¾
Yo también te quiero monga – le respondi mas
animado por sus ocurrencias.
¾
Bueno me llega donde hayas estado, ven conmigo
A-HO-RA! – dijo tomándome del brazo – tienes que conocer a alguien.
¾
Hey hey mas despacio – le dije mientras me zafaba de su brazo para recuperar el equilibrio – recuerda que mis brazos son
desarmables.
¾
Jajajja – rió – cierto, había
olvidado que te rompes facilmente. No importa, igual apúrate.
Seguimos
forcejeando hasta que llegamos a un sillón y me quede frió, ahí sentada, estaba
la chica que acababa de ver hacia un momento. Sus ojos se encontraron con los míos,
por un segundo todo el resto del mundo desapareció y solo estábamos los dos, ahí,
uno frente al otro. Nunca había experimentado nada como aquello, era parecido a
estar drogado, pero con la diferencia de que era consciente de todo lo que ocurría,
y en ese instante, nos acercábamos de a pocos, era como si la conociera de toda
la vida.
¾
Y bueno prima, el es J.C. el chico del que te
hable – dijo Giani, en ese momento me di cuenta que Giani de algún modo estaba
entre nosotros dos y Claire seguía sentada en el sillón – y ella es mi prima
Claire, estoy seguro que se llevaran bien, tienen muchas cosas en común loquito
– añadió revolviéndome el cabello. Bueno chicos, los dejo para que se sigan
conociendo.
¾
Esta loca – dije mientras Gianina se iba y yo me
sentada al lado de Claire – y Claire vives cerca de aquí?
¾
En realidad no – dijo ella – pero mis
papis quieren mudarse a Lima y me estoy quedando donde Giani mientras preparan
las cosas de la mudanza.
¾
Jajajja – no pude evitar reírme – es curioso
porque a mi me organizaron esta fiesta porque me voy para allá a estudiar.
¾
Enserio? – pregunto ella mordiéndose un poquito
el labio – y como así?
¾
Bueno, conseguí una beca….
Pasamos horas
de horas conversando, la noche parecía quedarnos corta y yo me sentía demasiado
bien a su lado, pero algo dentro de mí me decía que lo que estaba haciendo no
estaba bien.
¾
Guau! Amo esa canción – dijo ella cuando empezó
a sonar Heaven, de Bryan Adams – Vamos a bailar – añadió tomándome del brazo.
Con Mariana
nunca habría podido hacer algo como esto, no porque no quisiera, sino porque le daba mucha vergüenza, Claire en cambio, me abrazo y yo la tome de la cintura
mientras Bryan Adams, tan preciso como siempre, cantaba “...And baby you are
all that I want when you are lying here in my arms…”. Fue un momento mágico,
cada vez que nuestras miradas se encontraban era como si nada mas existiera y
esas fracciones de segundo terminaban durando una eternidad a la espera de sellarse
con un beso.
Todo era increible,
pero no podía quitarme a Mariana de la cabeza; era como un mosquito que venia a
picarme justo cuando me estaba quedando profundamente dormido, me chupaba la
sangre y me cagaba el sueño.
¾
Estoy algo cansado – dije luego de 15 canciones
entre salsa, merengue y electro – te parece si vamos a sentarnos un rato?
¾
Claire, ya vino
mi tío – era Adriana, la prima menor de Giani.
¾
Hola Adri, no sabía que habías venido – le dije
¾
Oh! Hola J.C. – respondió sonrojándose, luego
miro a Claire con complicidad – Quieres que lo entretenga un rato?
¾
No te preocupes… dile que ahora voy – respondió
ella sonriendo.
¾
Déjame invitarte algo antes de irte – atine a
decir no sé de dónde.
¾
Mmm... Está bien – dijo con la sonrisa más
dulce que he visto en mi vida.
Fuimos a la
barra y me hice el barman, o mejor dicho payaso, por unos instantes mientras le
preparaba un ‘margarita’. Ella se reía cada vez que lanzaba la coctelera al
aire y la atrapaba con la mano opuesta y rió aun mas cuando casi se me cae pero
logre capturarla con el pie justo antes de que llegue al suelo, Nata me habría
asesinado. Sin darme cuenta, estaba coqueteándole mientras ella parecía
responder positivamente, me sentía tan contento que el recuerdo de lo de esta
tarde ya no me afectaba tanto.
¾
Está rico – dijo luego de probarlo – pero me
gusta más fuerte.
¾
Gracias, es uno de mis favoritos – respondí con
una sonrisa mientras me armaba un chilcano – y créeme si esta fuerte solo que los sabores se mezclan y no lo parece
y… a esto le falta limón
Me levante
corte un limón y lo exprimí encima, luego corte una rodaja y la puse en el vaso,
luego recordé la primera vez que había preparado un margarita, había aprendido
a hacerlos con un tutorial en internet porque a Mariana le encantaban, una
lagrima se deslizo por mi pestaña y se lanzo en picada a mi vaso.
¾
Aquí estas hija, ya vámonos se hace tarde – el
señor Ramírez, el padre de Gianina se había acercado y había tomado a Claire
por el hombro protectoramente.
¾
Tío, puedes volver más tarde a recogernos? -
pregunto ella.
¾
Lo siento hija pero mañana debo trabajar y…
¾
Señor Ramírez que tal? - lo interrumpí tendiéndole la mano – como ha
estado?
¾
Ah... J.C. hijo no te había visto - dijo mientras me miraba paternalmente –
como vas tomando lo de... ah olvídalo no he dicho nada.
¾
La verdad… digamos que algo bien, pero de todos
modos duele – respondí sabiendo a que se refería y preguntándome como se había
enterado tan rápido.
¾
Tío, acabo de conocer a J.C. y ha sido muy
amable conmigo seguro el me llevara mas tarde a la casa si tú no puedes – dijo
ella lanzándome una mirada de complicidad.
¾
Si... eh... claro... – dije a penas capte su
mirada – No se preocupe señor usted me conoce la dejare en su casa sana y
salva.
¾
Bueno hijo solo porque eres tu – dijo guiñándome
un ojo - no confiaría en ningún otro.
¾
Eso fue mmm... ...divertido? – le pregunte una vez que el
señor Ramírez se hubo perdido de vista.
¾
Bueno, si me estoy divirtiendo – dijo ella
con una mirada tierna – y aun no termino mi margarita
¾
Pues en ese caso, hagamos que dure – dije
riendo.
Hablamos por
horas, cuando nuestras bebidas se acabaron fui a preparar mas y luego seguimos
hablando, riendo, conociéndonos. En toda la noche me entere de que ella cumplía
16 este año, que le gustaban los libros, la música de los 90’s, los paseos por
la playa y que su color favorito era el fucsia.
¾
Hey esa canción es hermosa – dijo ella al notar
que el fondo musical ahora era “Linger”
de the cranberries.
¾
Si es cierto, hace uff que no la escuchaba –
dije mientras ella se arreglaba un mechón de cabello luego, si saber porque me
puse de pie y le tendí la mano – quieres bailar?
¾
No – me quede frio – no es cierto – dijo riendo, tomado mi mano y levantándose también
– pero vamos mas al centro
Bailamos cual película americana, los dos abrazados en la sala a
oscuras, a ritmo de una balada lenta, y en ese momento cruzamos miradas. Ella
mantuvo sus ojos en los míos y viceversa, fue como si el tiempo se hubiera
detenido, nos acercamos lentamente ambos cerramos los ojos, grave error; en ese
momento vinieron a mi todos los recuerdos de Mariana, de esta tarde, de su
traición… y de la mía. Todo eso junto,
me hizo dudar si era correcto volver enamorarme tan rápido, o si sería posible no
lastimarla; no pude seguir, desvié el rostro plantando aquel beso en su mejilla,
en lugar de sus labios.
Cuando subes el resto?
ResponderEliminarpronto n,n muy pronto
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